CONFESIONES


¿Alguna vez te has preguntado con qué ojos te mira una persona? Porque los míos no se cansan de apreciar la belleza que irradia tu ser. Siempre nos dejamos cegar por un físico pero lo cierto es que me ha cegado tu personalidad. Todo lo que hace que tú seas tú. Ahora te miro a la cara y me derrite tu ternura, esa ternura que me aportas cada día. Y no sabes lo que siento dentro de mi cuando te ríes y se te achinan los ojos. Allí, en ese instante, mi corazón late más fuerte porque aún está tratando de asimilar todo lo que causas en él. Él nunca se había sentido tan afortunado de haber encontrado a una persona como tú para brindarle su amor. Y para su suerte, apareciste, para su suerte, no lo rompiste. En este tiempo lo has cuidado y él te da las gracias. Por ese motivo sólo quiere darte lo mejor, porque él cuida a quien le cuida y tú has sido su cura. Yo te digo que te quiero con locura, que me imagino una vida contigo y que no quiero que te vayas nunca. Ya no solo te quiero, te admiro, admiro la persona que eres pero también la persona en la que te quieres convertir. Y quiero estar contigo en este trayecto, quiero que creamos nuestro propio camino juntos. Que nunca nos falten fuerzas y nunca olvidemos el motivo por el cual empezamos. A lo largo de mi juventud, he tenido experiencias de las cuales por cada una de ellas he podido formar y ver desde otra perspectiva el amor. Y un día, después de cada desilusión, de darme cuenta que el amor era muy diferente a los que nos hacen creer, pude comprender que el mejor lugar no es el que tiene las vistas más preciosas sino el que sabe ser hogar. Y a mis veinticinco años es cuando por fin he comprendido lo equivocada que estaba y que cuando perdía las esperanzas de enamorarme, de sentirme especial para alguien, de poder cerrar los ojos con la tranquilidad de que con la puerta abierta nadie se va, tú entraste por ella para quedarte.

Nunca había sido cien por cien yo misma con nadie, de mostrarme en todas mis facetas con esa libertad, te doy las gracias por dejarme entrar en ti, en tu vida, por darme esa confianza y apostar por mi desde el principio. Para mi eres una película hecha realidad, no serás el chico perfecto pero si el de mis sueños. Y como te digo muchas veces, la vida te sorprende, pues me acuerdo que a mis quince años ya me había fijado en ti desde el anonimato, miraba tus fotos (de vez en cuando) y aparte de pensar en lo guapo que eras ( y eres), pensaba en la suerte que tendría la chica que estuviese contigo.  Muchas veces me invadían las ganas de decirte algo, de enviarte una solicitud pero mi poca experiencia y mi miedo eran más fuertes. Te idealizaba, en esa época no me sentía suficiente para ti, te veía inalcanzable. Aquel chico guapo e interesante que tendría un montón de pretendientas o que ya tendría el corazón ocupado. Sin saber que el tiempo, la vida haría de las suyas, que todo pasa por algo, y que cuando menos lo esperara sería yo la elegida para entrar en tu corazón y en tu vida. Y pude comprobar, que efectivamente no me equivocaba, pues qué suerte tengo de ser la chica que está a tu lado. 


Te quiero tanto…

Atentamente

El amor de tu vida



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