REFLEXIÓN: Nada por hecho.

¿Cuantas veces tenemos que rompernos para aprender? Para decir basta. Para no volver a caer en los mismos bucles de ayer. Hay situaciones que te llenan de impotencia, de pensar: ¿porqué otra vez?
Pero el ser humano es así, por experiencias agridulces es que nos vamos moldeando.
Este año creo que la lección más aprendida ha sido: no todo saldrá como tú quieras.
Y qué gran verdad... Hay veces que no podemos tener el control, hay cosas que están fuera de nuestro alcance... Y que las cosas no se pueden dar nunca por hecho.

Ahora mismo me quiero reconstruir de nuevo, a ver, no estoy rota del todo pero... Hay experiencias que marcan un antes y un después. Al menos así lo siento. Como he dicho nunca hay que dar nada por hecho. Podrás ser la mejor persona del mundo,la mejor pareja, la mejor amante, la mejor amiga, la mejor amiga con derechos, la mejor hija, la mejor hermana... Que eso no te garantiza de que todo esté a tu favor.

¿Cuantas no entendemos el por qué nuestra vida "sentimental" está más inmersa en decepciones que en atenciones y cuidados? Que podremos ser unas mujeres maravillosas, si, de las que en esta época siguen valorando la esencia del amor. Es decir, de los pequeños detalles, de la entrega, de la lealtad, de la determinación, de querer, querer de verdad sincronizando la cabeza con el corazón y aún así no entender porque nadie ha sido capaz de quedarse.

Y qué conste, que yo sola estoy muy bien, de hecho creo que me he acostumbrado a estarlo, y a veces me he replanteado si soy una filofóbica de mierda. Siempre he encarnado los dos lados, pero en todo. Puedo ser la chica más dulce,tierna y atenta del planeta como de repente a ser la chica con el espiritú más libre que te puedas llegar a encontrar, ser más arisca que un gato y que me despreocupe de todo. A veces tengo unas ganas locas de entregarme en mente, cuerpo y alma con alguien que sea mútuo y otras no querer saber nada de entregas ni vínculos. No sé será que siempre lo he visto todo muy sistemático. La misma historia, o eso es porque nunca ha llegado a alguien que encienda las luces que otros apagaron y por ese motivo haya perdido la fe en que algún día pueda confiar en alguien y desencadenarme de miedos y corazas. Otras veces pienso que la vida me está haciendo un favor pues  yo podré amar conscientemente y no impulsivamente. Al saber apreciar tu propia compañía, has acabado enamorándote pero de ti misma y tiene que aparecer alguien muy diferente, inteligente y especial para que puedas enamorarte también de él. Llamarme narcisista pero como yo no se va a querer nadie. Así que si estoy con alguien será porque realmente esa persona se haya ganado un hueco en mi vida. Y creerme que podré ser la tía más amorosa del mundo que, no, que no te confíes, que eso tampoco lo tienes que dar por hecho porque eso no indica que esté entregando mi corazón. Me ha costado mucho entender que mi corazón no es un saco de boxeo, ni una bolsa donde escupir las mariposas muertas que no pudieron vivir en otras vidas, o que tenga que estar continuamente subiendo peso de más para conocer al tuyo (corazón). Mi corazón, lo voy a cuidar yo que para eso es mío. Y yo decido quien le dejó un huequecito para que conozca un poco de sus profundidades, pero sólo hasta lo hondo que yo decida, porque aunque sea transparente, no me dejo conocer del todo. Es lo que tiene ser una caja de sorpresas, que siempre hay más de una, y contra más abres más descubres nuevas facetas. 

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