REFLEXIÓN/RELATO: Chica guerrera

Chica sensible aunque con caparazón. Nunca olvides que lo mejor de ti no es para cualquiera. No todo el mundo podrá apreciar todas esas facetas que guardas y que nadie conoce. No todo el mundo es valiente e inteligente para entender que las mejores cosas y personas no se descubren solas. También tú entenderás que podrás llamar la atención a más de una persona pero sin embargo aprenderás que sólo una persona será capaz de llegar a la altura de tus valores y corazón. Sólo una persona descubrirá todo lo que no se ve, y te descubrirás junto a ella. Os descubriréis. Sin máscaras y sin pretextos. Una persona logrará destapar todos tus complejos y barreras, verá como bailas y cantas cuando nadie te ve, conocerá todo lo que se te da bien y todo en lo que eres un desastre. Conocerá cuando ni tu misma te soportas, y ese lado no tan angelical también... También puedes endemoniarte cuando algo te molesta, o cuando las noches sean frías. Y sí, mujer, eres especial aunque a veces te hagan creer que no eres imprescindible

 pero para la persona correcta lo serás. Y lo mejor de todo es que no tendrá necesidad de dudarlo, dudar que la persona más especial ya la ha encontrado. Nada de etiquetas, yo no creo en eso, yo creo en sensaciones y fluidez, de vivir el momento pero sin reemplazos injustificados. Y siempre hay que dejar la puerta abierta para que quien quiera irse se marche porque si se marcha es porque en realidad no ha logrado poseer la llave para llegar a lo más profundo de tu ser. Todo pasa por algo, tanto cuando aparece una persona como cuando se va. Todo en la vida tiene un porqué. Lo más injusto en realidad a la larga es lo mejor que te hubiese pasado. Porque gracias aquellos que se fueron la vida le concede la oportunidad de llegar a ti a esa persona que sea digna de alguien como tú. Alguien enfocado que se haya cansado de lo mediocre y lo vacío. Chica guerrera, que no necesita llenar un corazón para sentirse plena, porque sola has encontrado las mejores sensaciones y la calma, y tiene que aparecer a alguien muy sublime para que logre hacerte entender que la felicidad compartida también merece la pena.