DIOS GRIEGO

Siempre imaginaba con encontrar a ese alguien, ese alguien con quien poder fluir, con quien poder fundirnos hasta transformarnos en uno. Lo veía lejano, acariciaba pieles que no eran para mí, que no me llenaban de calor, que no me transmitían nada. Creí que estaba equivocada y que no sabía disfrutarlas, me convencía que tenía que dejarme llevar, sin embargo, un día la conocí a ella, a tu piel. Y sin lugar a dudas, efectivamente, estaba equivocada, nunca había podido disfrutarlas porque la tuya era la única que me volvía loca. Loca me volvieron aquellos que no sabían qué hacer conmigo, de las vueltas que daban hasta que me mareaba, pero loca de remate me volviste tú con tu entrega y con tu pasión.

Así que hoy, que te has ganado mi corazón, muérdeme, acariciame hasta que amanezca, y besa mi piel hasta derretirla, he sido hielo por mucho tiempo y sólo con tu lengua, lamiendo mis costillas, mi pecho y mi sexo, seré vida. La vida que me alargas con tu amor, el tiempo que he perdido sin encontrarte. 

Eres mi dios griego, porque has superado mis expectativas, así es, creetelo, el sexo está sobrevalorado pero lo que tú me ofreces es lujuria, es pura felicidad. Y los dos lo sentimos, que no podemos ser más felices cuando sabemos compartir(nos).

Bésame y nunca dejes de hacerlo, vamos a saborearnos hasta comernos. Abrázame y nunca dejes de hacerlo, que tus brazos me envuelvan hasta corrernos.