DEDICATORIA: Gracias amiga por estos años

Entraste a mi vida hace once años, se dice pronto, once. En realidad eso no es nada, aunque nos parezca una eternidad pero si que es una barbaridad y algo de admirar en las épocas que corren. Donde los valores y principios se tiran por el suelo. ¿Sabes que es lo mejor? Que hemos seguido siendo las mismas, evolucionando eso está claro, pero siendo las mismas amigas que se quieren, se apoyan y se respetan. Y es que nuestra amistad ha ido a más. Tengo que reconocer que hubo un momento dónde pensaba que nuestra amistad se iba a quedar atrás pero todo pasa por algo y en verdad lo que tenemos tú y yo es algo muy bonito y especial. Ambas sabemos que nuestra confianza es difícil de superar, ambas conocemos lo peor de cada una y aún así pensamos que somos un pilar esencial en nuestras vidas. Pues soy de las que piensan que puedes conocer a muchas personas y que también acabarán siendo especiales para ti pero no con todo el mundo vas a mostrar las mismas facetas. Cada persona se quedará con algo de ti. Tú y yo hemos sido capaz de conocerlas todas. Y por eso te quiero; porque no hay nada más bonito que mostrar todo tu ser e incluso debilidades a una persona y seguir confiando en ella plenamente y ofreciéndole des-interesadamente tu cariño incondicional. Y lo mejor de todo que sea recíproco.

Somos tan parecidas y a la vez tan diferentes, como el aceite y el agua. Y es que tú siempre te has caracterizado por tu impulsividad, y yo por esa manera de meditar las cosas y valorar sus pros y sus contras. Tú eras la echa pa' lante y yo la tímida. ¿Recuerdas? Y es que nos hemos sabido complementar, tú me dabas esa impulsividad y yo esa calma para poner los pies en el suelo. Lógicamente como he dicho hemos ido evolucionando y me apuesto lo que quieras que cada una ha cogido lo mejor de la otra, porque pienso que también las personas con las que interactúas en la vida tienen mucho que ver con nuestro crecimiento personal conforme vamos cumpliendo años. Y es que a pesar de nuestras diferencias, no me podrás negar que somos jodidamente parecidas a la hora de ver las cosas, pues nos han inculcado los mismos valores, por lo tanto podría decir que somos centradas, nobles, humildes y sencillas. Unas chicas íntegras; echas y derechas.

En definitiva; somos la fusión perfecta.

Y es que tener a una buena amiga es como poseer dos almas.