REFLEXIÓN: Ya no me sumas.

Realmente no sé si será el tiempo, el cambio de estación, la calor o la edad. No sé si será que mi mentalidad está evolucionando o que mi corazón se hace cada vez más grande y necesita más cosas para llenarlo. Pero la realidad es que me he cansado de ser buena, pues me atrevería a decir que soy de esas personas que se dan cuenta de muchísimas cosas, de tantas que no os lo podríais imaginar. Pero no obstante también soy de esas personas que en cambio todas esas cosas de las que se percatan prefieren callárselas y guardarlas bajo llave. ¿El porqué? Muy sencillo, una es porque pienso que a veces no sirve para nada decir todo lo que una piensa, y la otra es que más de una vez me he callado porque no me gusta pisotear a nadie, prefiero ser humilde y quedarme con mi verdad que ir reclamando o haciendo sentir mal al personal. Pero llega ese punto en que a una la toman por tonta, por ser demasiado buena de no querer anteponerse a personas a las cual aprecia. Peco de ser demasiado buena porque realmente soy empática con el resto. Aunque luego me dé cuenta de que el resto en muchas ocasiones no lo va a ser conmigo. Así que hoy he decidido mostrarme cien por cien como soy, es decir, no tolerar nada y darme mi lugar, ser menos tierna con aquellas personas que piensan que por ser tierna ya pueden hacer lo que quieran conmigo. También me he cansado de dar prioridad a personas que a la larga me están transmitiendo que no lo soy para ellas, y que tienen preferencias con otras personas. Que está bien pero si yo te quiero y te doy prioridad no me hagas el vacío sino aunque me duela lo haré yo contigo. Quizás no lo notarás o quizás te percatarás de que no soy la misma, y que ese lado tierno que conociste ya no existe para ti porque no has sabido llenarme y valorarme en toda mi esencia. Y me has infravalorado por una imagen que te he dado al poner mi confianza en ti y no haber tenido miedo de mostrarte e incluso mis debilidades. Ha llegado mi límite, he puesto en la balanza el sentido de la realidad y la realidad es que no me estás aportando, te estás apartando de mi vida por no saber darme mi lugar.