REFLEXIÓN: Acaríciame el alma.

La sensibilidad ¿alguien se ha parado a pensar que es? Sensibilidad es tocar el alma sin acariciar la piel. Es percatarte de lo que te rodea quizás sólo con un pestañeo, cuando mucha gente quizás necesite toda un vida. Soy de las que respiran lento, de las que saborean cada instante lo bueno de las cosas y de las que sufren en silencio con las injusticias que no puede soportar mi corazón. Pero también soy de las que saben luchar para hacer de este mundo, un mundo mejor. Sé de sobras que si dejaramos salir todo el amor que guardamos en nuestro ser la vida sería mucho más placentera. 

La sensibilidad es conectar con el amor, porque pienso que las personas que experimentan el amor más puro contienen una gran sensibilidad. Sólo a través de la sensibilidad puedes conocer el real significado de la palabra amar y todos los sinónimos de esa palabra que existan en la faz de la tierra, de este planeta insensible en muchas ocasiones. Del universo que he creado en mi mente y que he proyectado en mi esencia. 

Sensibilidad no es sinónimo de debilidad, muchas personas piensan que el ser sensible es ser vulnerable a las adversidades de la vida, pero yo no creo que sea así. Ser sensible tiene una ventaja, aprendes a conocerte mejor, lo que conlleva a saber conectar mejor con todas tus emociones, tanto las positivas como con las negativas. Y una vez conectas con todas ellas, sabes canalizarlas, aprender a tener auto- control, levantar la cabeza, y pisar en el suelo, en la arena, en el agua, o hasta el lugar donde te lleve el viento. Así que sensibilidad determina fuerza y valentía, pues es entender el dolor ajeno y pienso que no hay nada más valiente que saber comprender el dolor ajeno, porque suficiente tenemos con el nuestro. Pero no, sabes indagar dentro de la persona más triste, cruel, decepcionada, enfadada, sorprendida, feliz... Y eso es maravilloso, comprender cada una de ellas. 

Sensibilidad determina intensidad, ya que todo lo sientes el triple, y sí, admito que a veces he pensado en mis adentros: "¿Por qué no podría ser un poco más fría, un poco más insensible?" Pero luego recapacito y me doy cuenta que la vida es una, y que prefiero vivir todo intensamente porque quizás un día llegue el día que no pueda hacerlo y al menos me quedo con que en esta vida, la que me ha tocado, la que estoy viviendo la he vivido al máximo. Que he apreciado lo que es el respirar lento, que he saboreado cada instante, que he sabido callar, luchar, que mi corazón se ha ido haciendo grande. Se ha hecho grande... Enorme diría. Porque podría decir que la sensibilidad te limpia, te restaura el alma, te llena de buenos sentimientos, te llena de pureza y autenticidad. Me ha hecho especial... Así que si después de leer esto te has parado a pensar que es, te habrás dado cuenta que es tocar el alma sin acariciar la piel, es percatarte de lo que te rodea quizás sólo con un pestañeo, hay personas que necesitan abrir y cerrar los ojos más de una vez...¿Y tú necesitas sólo un pestañeo o toda una vida? Piénsalo.

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