Reflexión: Las cosas por su nombre.
Soy una mujer independiente, que no necesita a un compañero de viaje. No es lo mismo necesitar que querer, yo no lo necesito pues disfruto de mi compañía. Sólo yo sé acompañarme mejor que nadie, pues sólo yo sé lo que necesito en cada momento, y sólo yo sé como aportármelo. Las personas no sabemos que necesita cien por cien una persona, no siempre vamos a saber satisfacerle en todas sus facetas, pero si que es verdad que quién tiene interés hacia tu ser intentará indagar dentro de ti para poder aportarte todo lo que mereces. Porque no es cuestión de necesidad, sino de merecer. Ya que quién se para a comprobar que clase de persona eres y que mereces, no te decepcionará.
Sólo hay una persona que no me va a decepcionar, y esa soy yo misma. Soy feliz sin un hombre a mi lado, pues el cariño me lo sé dar yo con cada acto de respeto y amor hacia mi. Y tengo claro (y no pondría la mano en el fuego por nadie), que un compañero de viaje nunca lo hará todo correctamente conmigo. Somos personas y doy por hecho que todas nos equivocamos, así que hoy he decidido quererme como nadie ha sabido quererme.
Por ese motivo, porque me quiero, no voy a permitirle a nadie que me trate como no me merezco, sin compasión, ni consideración. Puedo tolerar errores pero no cualquier error es pasable, de eso ni hablar. El quererme supone que me daré mi lugar si la otra persona no sabe darmelo, que no se preocupe; allí iré yo hacerme un hueco en el asfalto, o donde quiera que esté, y pisaré marcando los límites y diciendo: "Por aquí no". No cualquiera va a llevarme por el camino que a él le convenga y le vaya bien. Ni hablar.
Es hora de enseñarles que sólo obtendrán de mí si sus acciones son correctas y positivas. No voy a reírle las gracias, ni a premiar a una persona que ya ha tenido un detalle que no encaja con mi persona. Sí hace algo desconsiderado conmigo que tenga por sentado que no obtendrá nada de mí. Y cuando digo nada es nada. Deben de entender que una mujer con sus ideales, y sus principios claros, tan claros como los míos sólo dará de ella si la otra persona hace las cosas correctamente, como debe de ser. A una mujer como yo hay que tratarla bien, colmándola de pequeños detalles.
Para mí los pequeños detalles son lo básico, lo necesario para estar en sintonía. Es decir; sólo pido un gesto que me haga entender que aunque no esté fisicamente al lado de una persona que me haga sentir que está ahí, pendiente. Y con eso no digo que no tenga que tener sus ocupaciones y su espacio; ni hablar, me encanta la individualidad, y es algo necesario. Pero sí un: "Hola, ¿cómo estás? Espero que te vaya bien el día". Y si puede ser que me diga eso sin venir a cuento, sólamente porque le nace, porque así es feliz.
Que quede claro que quien me colma de detalles, me estará demostrando su inteligencia, y al fin de cuentas lo que quiero es una persona inteligente a mi lado. Con iniciativa y con sangre, pero sangre para todo, no sólo para lo que esa persona considera necesario. Y si cumple todas estas menciones tener por seguro que conmigo ya habrá gando más de lo que se imagina. Y lo mejor de todo, mi confianza y mis ganas de seguir aportando todo lo que guardo conmigo. Lo que nadie conoce.
De mientras sigo mi camino, queriéndome como nadie ha logrado quererme para así el día que alguien me quiera en su sano juicio pueda obtener la mejor versión de mí.
Sólo hay una persona que no me va a decepcionar, y esa soy yo misma. Soy feliz sin un hombre a mi lado, pues el cariño me lo sé dar yo con cada acto de respeto y amor hacia mi. Y tengo claro (y no pondría la mano en el fuego por nadie), que un compañero de viaje nunca lo hará todo correctamente conmigo. Somos personas y doy por hecho que todas nos equivocamos, así que hoy he decidido quererme como nadie ha sabido quererme.
Por ese motivo, porque me quiero, no voy a permitirle a nadie que me trate como no me merezco, sin compasión, ni consideración. Puedo tolerar errores pero no cualquier error es pasable, de eso ni hablar. El quererme supone que me daré mi lugar si la otra persona no sabe darmelo, que no se preocupe; allí iré yo hacerme un hueco en el asfalto, o donde quiera que esté, y pisaré marcando los límites y diciendo: "Por aquí no". No cualquiera va a llevarme por el camino que a él le convenga y le vaya bien. Ni hablar.
Es hora de enseñarles que sólo obtendrán de mí si sus acciones son correctas y positivas. No voy a reírle las gracias, ni a premiar a una persona que ya ha tenido un detalle que no encaja con mi persona. Sí hace algo desconsiderado conmigo que tenga por sentado que no obtendrá nada de mí. Y cuando digo nada es nada. Deben de entender que una mujer con sus ideales, y sus principios claros, tan claros como los míos sólo dará de ella si la otra persona hace las cosas correctamente, como debe de ser. A una mujer como yo hay que tratarla bien, colmándola de pequeños detalles.
Que quede claro que quien me colma de detalles, me estará demostrando su inteligencia, y al fin de cuentas lo que quiero es una persona inteligente a mi lado. Con iniciativa y con sangre, pero sangre para todo, no sólo para lo que esa persona considera necesario. Y si cumple todas estas menciones tener por seguro que conmigo ya habrá gando más de lo que se imagina. Y lo mejor de todo, mi confianza y mis ganas de seguir aportando todo lo que guardo conmigo. Lo que nadie conoce.
De mientras sigo mi camino, queriéndome como nadie ha logrado quererme para así el día que alguien me quiera en su sano juicio pueda obtener la mejor versión de mí.
Comentarios
Publicar un comentario