RELATO: Carta a un mediocre amor

Sólo quise quedarme un poco más, respirar el aire que un día un beso de los tuyos me robó. Sí, de los que saboreabamos en ese entonces... El aliento que me restabas cada vez que lo hacías... Las caricias que me cubrieron con tu calor en las noches frías. Te quería y lo sabías, por eso decidiste destrozarme lo que más valor te ofrecía, mi corazón. Aquel que no te importó destrozarlo hasta hacerlo desaparecer. Y te olvidé para acordarme de que yo también existía y por lo visto, por lo que no veía, yo valía más que tú. A mi no se me hubiese ocurrido arrojarte al vacío y que cayeras en el abismo, yo no hubiese soportado verte desolado y perdido sin saber que hacer. Así que supongo que como no lo hice yo, decidiste comprobarlo tú, ver como me sentía y digo ver porque jamás hubieses sentido mi dolor. A pesar de que hiciste desaparecer mi corazón, tengo más alma que tú, pues fui más pura que tú. Lo soy, lo sigo siendo. 

Así que ahora que ha pasado el tiempo te agradezco de que me rompieras en tantos pedazos que nunca llegaré a contarlos, que nunca te hubieses quedado un poco más porque realmente te quedaste en mi vida más tiempo del que merecías. Y es cierto, te quería y quería hacerte feliz, hacernos felices pero no supimos porque te faltaron las ganas. Sino... la historia hubiese sido diferente. Pero en serio, gracias por hacer que no lo fuera, porque me encanta que haya sido así. Porque me he librado de permanecer en la vida de alguien que no sabía encontrar su camino y por ello optó por hacerme perderme a mi en el mío. No, lo siento... Te equivocaste y no sabes cuanto, pero gracias por hacerlo, de verdad. Hoy en día agradezco tanto que hicieses que me perdiera, pues hoy he encontrado mi camino y me he encontrado a mi, y por supuesto a mi corazón lo estoy encontrando poco a poco. Y estará de verdad, conmigo, será real, porque mi corazón no es como el tuyo. Mi corazón no da amor al azar, y cambia de parecer en cuestión de segundos. Yo elijo a una persona, sólamente a una y decido entregarle mi amor, pero nunca lo regalo, ni lo subasto, ni lo substituyo. 

Así que una vez más, gracias por no ser como te esperaba, por derribar mis ilusiones, sentirme desilusionada por la imagen que me había creado de ti. Gracias por no ser la persona que yo merecía, porque no sabes cuanto te agradezco que haya sido así, de verdad. Una persona como tú no debía compartir con una persona tan sublime, tan auténtica como yo. Y es cierto, a los hombres de mentira les quedan grandes las mujeres de verdad. Y hoy, reconozco que me equivoqué en pensar que yo estaba equivocada y que no era lo suficiente para ti como me querías hacer ver. Acepta que el equivocado eras tú y que tú eras poco para mi. Tú nunca hubieses podido estar a la altura de una mujer como yo. Tú no mereces la pena, tú no tienes alma.

Comentarios

Entradas populares