RELATO: Reflexión de una virgen.

En la sociedad en la que vivimos el sexo sigue siendo un tema tabú en muchas situaciones. En este caso hablaré de la virginidad. Hoy en día el hecho de que una persona no haya mantenido relaciones sexuales teniendo una cierta edad es algo insólito y difícil de entender. Y soy de las que piensan que cada persona puede disfrutar de su sexualidad a su manera. Cada persona es un planeta diferente con lo que quiere decir que no todas las personas pensarán y actuarán igual. Hay personas que no necesitan un vínculo emocional para abrirse carnalmente, por el contrario hay otras que necesitan que la otra persona tenga y les aporte una serie de requisitos. Y voy hablar de la primera vez, de la virginidad.




Para muchas mujeres la primera vez no es algo tan importante, es decir, suelen llevarse más por el momento y por lo que les hace sentir esa persona en ese instante, y está bien claro que si, siempre que sean responsables de sus actos y sean conscientes de todas las consecuencias después de ese acontecimiento.  Para otras muchas la primera vez determina un antes y un después; en mi caso creo que tiene que ser un acontecimiento muy especial, pero no por el acontecimiento en si, sino por la persona que elegiré para este suceso. Mi filosofía es la siguiente.

Yo tengo un valor y considero que no todo el mundo puede merecerse algo tan intímo y puro de mi. Sé que no puedo ver el futuro y quizás en él eligo a la persona equivocada pensando que es la correcta, pero al menos quiero asegurarme de no hacerlo al azar. Soy de las que me encanta conectar lo que siento con lo que pienso y así obtener el mejor equilibrio, pero conmigo misma. Es algo que valoro mucho, estar en paz y en orden conmigo misma. Y es cierto que me quiero y mucho, y quiero asegurarme de que la persona que sea la elegida sepa merecerme como dios manda. Queriendome de la misma manera que me puedo querer a mi. Para mi no se trata de un sentimiento, podré quererte mucho pero si con tus actos determinas que no estamos al mismo nivel y no consigues darme esa seguridad y estabilidad que necesito olvidate de ser quien pueda desnudarme en cuerpo y alma. Por ese motivo quiero alguien valiente que pueda quitarme los miedos y me pueda llenar de valentía a mi también. Y quitarme los miedos es abrir cada espacio de mi corazón con lo que conllevaría a descubrir cada capa de mi piel. No voy a mentir y no voy a decir que no sucede nada por mi cuerpo, porque de hecho mi cuerpo desea que alguien llegue para que pueda llegar a ese punto con él, y dar un paso más. También eso implicaría conocer nuevas facetas de mi, pero mientras tanto prefiero reservarme y ser auto suficiente en este tema. No necesito a nadie que es la diferencia, pues querer no determina necesidad. Así que seguiré siendo fiel a mis principios y mis ideales por mucho que la sociedad nos quiera inculcar que por el simple hecho de no disfrutar de nuestra sexualidad estamos perdiendo los mejores años de nuestra vida. Hay muchas personas que disfrutan de su sexualidad y también los pierden por diferentes motivos. Estoy bien conmigo misma, y me encanta mi actitud ante la vida.



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