RELATO: Te odio.

Hoy llueve, hoy te recuerdo y siento que el perdón cada vez está más cerca. Pero sí, te recuerdo y me vuelve a escocer la herida... Y siento que es imposible que llegue ese día. Odio estar escribiendo de ti constantemente pero gracias a tu daño tengo la suficiente experiencia como narrar de forma constructiva mi perspectiva e intentar abrir los ojos a alguien que algún día se sintiera de la misma forma que yo. Alguien que se siga sintiendo... 

Ha pasado más de un año y aún te apareces en mis sueños, te odio. No puedo odiarte más, y odio odiarte porque en un entonces te amaba y lo que menos me imaginaría era que llegase a este punto. Pero tú lo quisiste, tú fuiste el culpable. Sólo tú. Por eso te odio tanto porque yo no hubiese querido nunca llegar a esto. Quería que fueras el mejor, tenía la esperanza. Odio cuando me decías que odiabas el hecho de que me hubiese encontrado con capullos que no sabían valorarme, que yo era especial, que era buena. Lo que más odio es que odiases eso y te convirtieras en el peor, y sobretodo en el mejor capullo que he encontrado. No pongo la mano en el fuego por ninguno, pero al lado de los demás tú fuiste, eres y serás satanás. Hasta el demonio es más bueno que tú. Por eso te odio porque en algún momento pensé que eras un ángel que había aparecido en mi camino para llenarme de alegría y me saliste defectuoso. 

No sé si llegará el día que la vida haga lo suyo. Soy de las que piensan que tarde o temprano todo cae por su propio peso. De momento estoy bien, mucho mejor sin ti. Y es que desde que te fuiste he encontrado la paz en cierta manera, pues cada día la encuentro más. Pero mi interior me dice que aún falta algo, algo falla. Y es que la vida tiene que renovarme completamente. Tampoco sé si algún día nos reencontraremos, espero que sí. Pero todo equilibrado, haciéndote ver que te equivocaste y que no eras para tanto, que yo no era para tan poco, que yo era para mucho. Y que me infravaloraste creiendo y haciendome creer que era la mujer que no soy. Soy mucha más mujer de lo que pensabas, incluso yo. Me fui, nos fuimos y aprendí que era especial y que nunca me merecerías por eso el destino nos distanció con cada acto y palabra hasta hacernos perdernos intentando encontrar diferentes caminos. Y me alegro de que fueran diferentes porque hoy en día mi corazón se sentiría pobre compartiendo con alguien como tú, y mi alma ya ni te cuento... 

Y he entendido que tengo varios ángeles que me acompañan, y ninguno de ellos podías ser tú. Mis ángeles son almas vivas en cuerpos dormidos. Y tú no tienes alma...  Así que me quieren y me cuidan, y por ellos, por los que no están saco coraje, el que no tuviste tú. Y me demuestro, y les demuestro que soy grande y que puedo llegar a ser un ángel vivo y despierto en nombre de ellos. Y lucho y me mantengo en lo que pienso, en lo que siento, y prometo que no voy ha acabar con alguien tan pobre como tú, tan maligno. Porque fuiste un demonio que ingatusó a un ángel haciéndose pasar por santo pero te descubrí, te descubriste. Soy inocente aunque soy inteligente y te calé. Así que no eramos compatibles y doy gracias porque si no me preguntaría que contiene mi alma por el simple hecho de haber podido encajar contigo. Te odio y no sabes cuanto...

Sólo espero que me ayudéis mis ángeles reales, mi alma quiere sentirse libre, quitarse este peso de encima. Un demonio no puede ganar siempre y salirse con la suya. Tiene que aprender que no se puede ir por la vida causando dolor gratuitamente e irse sin sangre, friamente sin pedir perdón y sin poder mirarte a los ojos. Quiero que algún día tenga el valor de mirarmelos y yo la firmeza para mandarlo al infierno, que es allí donde nació y donde quería arrastrarme. Así que decidí separar mundos y llegar hasta el cielo, que es donde me pertenece, llegar con mis alas, las que me cortaba... Y volar tan alto hasta llegar al olimpo como diosa que también soy, y llegar donde no supo llevarme él. Le odio y no sabéis cuanto.


Comentarios

Entradas populares